viernes, 25 de octubre de 2013

Absorción y metabolismo del Sodio

La mayor parte de sodio que se consume se absorbe en el tubo digestivo. Como los iones de potasio y cloro, el sodio se absorbe por transporte activo en el intestino delgado y en el colon.
Con respecto al metabolismo, el nivel de sodio en el fluido extracelular es mantenido cuidadosamente por el riñón, bajo la influencia de los mecanismos endocrinos, cardiovasculares y de regulación automática. De esta manera, la cantidad total de sodio que hay en el líquido fuera de la célula determina el volumen de estos fluidos.
El control del equilibrio del sodio se logra a través de un complejo sistema interrelacionado que comprende tanto al sistema nervioso como al hormonal. Los incrementos en la concentración de sodio en el plasma estimulan a los osmoreceptores en el centro hipotalámico, indistintamente de cuál sea el volumen del fluido, dando como resultado la sensación del sed. En los climas cálidos y durante la realización de los trabajos pesados, se produce una pérdida sustancial de dicho mineral por transpiración, pudiendo ser necesario ingerir una mayor cantidad de sal a fin de cubrir la pérdida. La ingesta de sodio no se controla fisiológicamente. Más del 90% de la cantidad presente en los alimentos es absorbida. Normalmente el grado de ingestión depende principalmente de la dieta.
 


                 

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